segunda-feira, 5 de janeiro de 2015

CUBA LIBEROU O ESPIÃO QUE OPERAVA COM A COMUNIDADE JUDIA E COM A MAÇONARIA. Uma exigência dos EUA


El espía norteamericano del cual el gobierno de EEUU exigía la liberación, Alan Gross, estaba a cargo de contactar con la comunidad judía cubana. Gross, también judío, intentó pasar material informático y sistemas de comunicación por satélite a judíos cubanos con el fin de crear una agitación revolucionaria entre ellos y convencerlos para que trabajaran en contra del gobierno.

Alan Gross entregó este tipo de material en tres sinagogas de la comunidad, que cuenta con sólo 2.000 miembros en la isla.

Em 2004, él contactó también con José Manuel Collera, uno de los principales dirigentes de la francmasonería cubana para entregarle una cámara. Sin embargo, Collera era un agente de la Inteligencia cubana infiltrado en la francmasonería de la isla y a cargo de vigilar las actividades de esta sociedad secreta. Fue probablemente él el que permitió a La Habana neutralizar a Gross y arrestarle en 2009.

Alan Gross actuaba con los fondos del Fondo de Desarrollo Panamericano, una organización supuestamente humanitaria, pero que está controlada por la CIA y tiene como fin el de promover y financiar actividades subversivas contra los gobiernos latinoamericanos independientes de Washington. El jefe del Fondo es el judío Marc Wachtenheim.

La liberación de Gross por parte de Cuba fue una condición impuesta por Washington a toda normalización de relaciones entre EEUU y Cuba. Su reciente liberación fue presentada como el punto de inicio del restablecimiento de las relaciones entre los dos países.

Breiz Atao
http://www.almanar.com.lb/

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